Nada nos detuvo, ni siquiera la
evidencia, una y otra vez, de mi ineptitud, o de nuestra buena suerte. Esa gran anomalía que fuimos, esa fabulosa
interrupción de las reglas, con todos sus fracasos, es inagotable, como el asombro. Éramos un río infinito, lleno de disgresiones,
a punto de salirse de su cauce. No era ni bueno ni malo: era. Era un lugar hermoso y cruel: salvaje. La matriz de gran parte de lo que con suerte seremos. El enigma que somos y al que me dirijo.*
(tumblr_ojyoenU6ti1smr9mdo2_1280 + despaisajes + Juergen teller_for_Strenesse + *variaciones de la carta de Mark Twain a su primer y último amigo; Huck, Cartas extraordinarias, María Negroni)