sábado, 1 de enero de 2011




       

                                                                                                  
dos  mujeres cruzan al final de una pista* poblando el encuadre con las manos en los bolsillos y mirando fijamente al voyeur que desconcertado se transforma en cero en pabellón auditivo al borde de un acantilado mientras uno está inventando giros inverosímiles pasando de puntillas por los paisajes donde se baten al límite de la abstracción bosques helados de humanidad bulliciosa con  desiertos de minúscula puerta al fondo y vasos de agua apoyados en el lomo de una ballena dormida
*de patinaje de aterrizaje o rastro o huella o camino...
(últimos días del 2010, Madrid)