martes, 7 de mayo de 2019

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las heridas que no cierran, no por profundas, sino por muy superficiales, allí donde uno acaba siempre volviéndose a rozar. revelando aquellos lugares en nosotros que están siempre en contacto con las cosas. por ejemplo (ahora lo sé) el nudillo del dedo índice. (pensar en los nudillos de las cosas, de los lugares, de algunos momentos)
(20190505_195249 + 20190505_194355 + 20190505_194158)