domingo, 5 de abril de 2020

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Nos despedíamos hasta otro domingo y regresaba yo a casa, por barrios lejanos, desconocidos, y llenos de luna, entre tapias traseras, campos y huertos. El ladrido de un perro o el silbido de un tren, en la lejanía, me daban como la medida de mi soledad.
(20200405_123519 + las ninfas. F_Umbral)