lunes, 20 de agosto de 2012

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no puedes dejar de pensar en. mides el tiempo en palabras. decides olvidar. son pocos momentos separados por demasiado. abrumadores encuentros. cuándo caducan. qué es eterno. decides no olvidar. mejor un ultimatum. no a nadie, a ti. miras las estrellas hasta que te duelen los ojos. invocando deseos fugaces que se escapan asombrándote tanto que no puedes pensar. así. no pensar. no detener el momento por las indecisiones. y detener el momento por las indecisiones. cada día repasas el paso de tango que aprendiste en parís. es el paso base del que derivan todas las variaciones. pocas veces hacia delante,  un pie se arrastra para llegar al otro, llevar el peso hacia. con calma, saboreándolo. por qué algo que ocurrió hace una semana y pasó sin más, puede trastocar tanto la semana siguiente. pero piensa. piensa en los hechos. una lista. pero el papel es traslúcido y te distraes con las sombras del jardín y una mancha en forma de diminuta rosquilla. entonces recuerdas aquella frase; la vida no es lascosasquetepasan sino aquelloquehacesconlascosasquetepasan.
seguirás esperando horas para pulsar una tecla alejándote al atardecer hasta la frontera horizontal para leer. sabes que volverás a caerte y desde el suelo apreciarás la belleza de la perspectiva y el increible parecido de la disposición de particulas terrestres y celestes. y bueno, eso está claro, no sabes si volverá pero tú, tú sí, volverás.