miércoles, 30 de mayo de 2012

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el refugio en las apariencias que reconfortan;
si vas caminando y te adelanta un perro simpático quedándose algo por delante pero a tu lado. por un momento parecería que es tu perro y es más, por un momento sientes que es tu perro. decides refugiarte en ese momento como si realmente lo fuera, disfrutar de esa intersección. claro está, hay que estar preparado para sobrellevar lo efímero de estas intensidades efímeras, equívocos como aciertos. pequeños equívocos pero con importancia. el perro se va, le sigue su dueño,o élla se levanta una parada antes que tú. no es lo que pudo ser y no fue. es lo que pudo ser y fue. aunque ya no sea.

(imagen en movimiento de irocellophane + variaciones sobre fotografía de Hubert Kiecol 1980)